Ciencia ficción, magia y otras locuras

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Avatar, una película que sin duda marcó tendencias en el cine y en el pensamiento de la sociedad occidental. En ella se narra la historia de algunos seres humanos que tienen la misión de apropiarse de un mineral, localizado en Pandora, una luna del planeta Polífemo, habitada por los na´vi. Para ello habrá que luchar contra los nativos. 

Llama poderosamente nuestra atención el hecho de que en Pandora existen unas montañas flotantes. Al ser una película de ciencia ficción, inmediatamente pensamos: “esto es ciencia ficción, esas cosas sólo suceden en la imaginación y en las películas de ciencia ficción”.

Si alguien te dijera “Está Harry Potter allá afuera, haciendo un Wingardiium Leviosa”, o “voltea, ahí viene Frodo con el anillo que controla a la humanidad”, por supuesto que no le creeríamos, esas no son cosas reales. Pero qué pasaría si alguien nos dice “allá afuera hay unas montañas flotando”. Si fuéramos ingenuos diríamos “eso no es cierto”, pero  como somos ingenieros le responderíamos: “es el efecto Meissner”.

En este artículo analizaremos el efecto Meissner, el cual provoca la levitación de objetos. Esto no es producto de la imaginación ni de la magia oscura, sino más bien de la física del universo.

¿En qué consiste este efecto? En resumen, cuando un material hace la transición del estado normal al de superconducción, excluye de forma activa los campos magnéticos en su interior, lo cual provoca que, en presencia de un campo magnético, el material levite. 

Pero, ¿qué es la superconductividad? Es el efecto de un material de perder su resistividad eléctrica en bajas temperaturas. Al tener nula o muy baja resistividad eléctrica, la corriente eléctrica fluye a través del cuerpo sin obstáculos. Este fenómeno puede ocurrir en metales, aleaciones, compuestos metálicos y semiconductores entre 23.3K y 0.01K.

Hacer levitar ciertos objetos es una de las cualidades de la superconductividad, sin embargo, no es la única y es uno de los campos de la ciencia que se siguen estudiando y buscando aplicaciones. Por ejemplo, una montaña levitando no nos funciona mucho, pero ¿que tal utilizar esta cualidad para hacer levitar un tren y mejorar el transporte? El Beneficio de esto es que los superconductores son materiales los cuales no presentan resistencia eléctrica y no se disipa calor, por lo que toda la energía que se utiliza se aprovecha. Esto ya es una realidad en países como Japón. Los japoneses crearon un tren a base de superconductividad “Maglev”, el cual supera los 600 km/h. Podemos ver que la levitación por medio de la superconductividad ofrece un doble beneficio en el transporte: primero, toda la energía utilizada es aprovechada, segundo, la fricción del desplazamiento del tren es prácticamente nula. Esto es lo que permite alcanzar altas velocidades sobre tierra. 

Como sabemos, esta tecnología llegará a México próximamente con el MexLoop, tren que unirá las ciudades de México y Guadalajara pasando por Querétaro y León, que no solo se moverá por superconductividad, sino por la creación de un vacío, disminuyendo aún más la resistencia del aire.

Lo que para unos es magia para otros es ciencia. ”

Sin embargo, la superconductividad sigue siendo un reto. ¿Podríamos imaginar todos los beneficios de esta tecnología aplicada al transporte público urbano, a la mensajería, o inclusive dentro de la industria? Sería una revolución progresista que quizás no dimensionamos hasta dónde puede llegar. Sin embargo los altos costos de su implementación no permiten que sea todavía aplicable a todas las áreas mencionadas. Este es el reto de los ingenieros mexicanos, tenemos que lograr desarrollar esta tecnología de manera que sea accesible a toda la población.

¿Parece una idea de ciencia ficción? Si, parece, sin embargo, gracias a la tecnología desarrollada por la humanidad, la magia está cada vez más cerca, porque lo que para unos es magia para otros es ciencia.

Juan Sebastián Ludlow Bosch
Ingeniería Civil 6° Semestre