Dios es joven

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“Dios es joven, siempre nuevo.” — Papa Francisco

Uno de los principales valores de la educación es, a la vez, uno de sus principales desafíos: hablar con los jóvenes. Para los padres de familia, los maestros y todos los que tenemos contacto con las nuevas generaciones la pregunta se repite: ¿Cómo comunicarnos con los jóvenes? No únicamente cómo entendernos con ellos sino, en muchos casos, cómo lograr que nos oigan y penetrar en su repleto universo de mensajes, medios y emisores. Parece que no hay espacio ni tiempo; sin embargo, hay que hacerlo.

La comunicación con los jóvenes es clave para el futuro y esencial para el presente de quienes nos dedicamos a la educación. No podemos entender nuestra labor docente sin una buena comunicación con los jóvenes y los niños. Ahí radica la esencia del proceso educativo. Y, no es tarea fácil. Parece que no hay reto mayor. Como maestros y padres de familia podemos tener un extenso conocimiento y gran dominio de nuestras materias, que serán inútiles si no conectamos adecuadamente con nuestros hijos y alumnos.

En este tema, hay un apoyo luminoso: un libro pequeñito que todos (más los educadores) deberíamos leer; se trata de Dios es joven, surgido de una entrevista al Papa Francisco. Habla de muchos temas de actualidad, como las redes sociales, el
consumismo, la ecología, el terrorismo, Google, el fútbol, la depresión, el bullying, etc. Y el eje central son los jóvenes.

“Un buen educador se hace a sí mismo cada día esta pregunta: ¿Tengo hoy el corazón lo suficientemente abierto para que entre en él la sorpresa? Educar no significa sólo explicar teorías, sino que significa sobre todo dialogar”, afirma Su Santidad.

Y para dialogar con y sobre los jóvenes, en este mes de octubre se celebra en Roma el Sínodo de los Jóvenes, en donde los obispos de todo el mundo se reunirán para tratar de acercar a la Iglesia cada vez más a los jóvenes. La fe y la vocación son los temas centrales, pero se hablará de todos los aspectos, problemas y circunstancias que rodean a la juventud actual. Este diálogo se complementará a principios del año próximo con la Jornada Mundial de la Juventud, que se realizará en Panamá. Estos dos grandes eventos son una muestra de la importancia que los jóvenes tienen para el Papa, en particular, y para la Iglesia toda.

Desde aquí, la Familia Miraflores acompaña este sínodo con nuestras oraciones, espera sus conclusiones y recuerda, con carácter de misión, las palabras del Papa Francisco: “Todos tenemos algo que enseñar, pero también mucho que aprender; no lo olvidemos nunca, a cualquier edad, en cualquier etapa de la vida”.

La misión de vida

“Imprimamos siempre en los jóvenes el amor de Dios.” — Madre Trinidad