¿Qué se necesita para ser un atleta olímpico?: 15 elementos esenciales de acuerdo con un atleta que participó en dos Olimpiadas

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Para la mayoría, la travesía para llegar a ser un atleta olímpico es un proyecto de toda una vida. Puede comenzar como un sueño distante creado por las hazañas inspiradoras de tus ídolos en juegos anteriores, o tal vez tras experimentar por primera vez el gusto por tu deporte favorito en la escuela o en un club deportivo local. De cualquier manera, lo que siempre sucede después, si quieres llegar a la cima, son años de sacrificio, dedicación, desilusiones y, si eres uno de los afortunados, ¡el triunfo y la celebración!

¿Pero qué es lo que en realidad se requiere para convertirse en un atleta olímpico? ¿Todo se trata de tener un don natural? ¿Existen personas que realmente nacen con todas las habilidades y los atributos para tener éxito en el campo elegido, o cualquiera puede alcanzar la excelencia deportiva, siempre y cuando tengan la actitud correcta y estén dispuestos a invertir el tiempo necesario para dominar su actividad?

Para ser sincero, probablemente sea una mezcla de ambos factores, con una gran cantidad de otros elementos clave que te ayudan durante el camino. A continuación, se encuentra mi guía de elementos esenciales que le dará a cualquier aspirante a atleta la mejor oportunidad de cumplir sus sueños olímpicos.

 

1. Talento (natural)

La función exacta que desempeña la naturaleza en el éxito deportivo ha sido un debate constante desde que tengo memoria. Soy un firme creyente de que el talento solo constituye la base del éxito en cualquier área de la vida, y el deporte no es la excepción. Pero es una plataforma muy importante, sin la cual, lograr la grandeza en tu actividad elegida, simplemente no sucederá. Claro, las personas a las que les sobra la habilidad natural deberán esforzarse para maximizar su potencial si no se aplican correctamente. Pero considero que ellos tienen mejores oportunidades de tener éxito que las personas que no tienen nada de talento pero sí una admirable ética de trabajo.

No me malinterpretes, la voluntad de entrenar duro y con dedicación para perfeccionar tu actividad puede hacer la diferencia entre ser bueno y ser excelente, pero solo si ya tienes un talento natural que mejorar.

Sin duda existen algunos deportes que requieren ciertos atributos físicos, determinados únicamente por la constitución genética, para tener éxito. Hay una razón por la que la estatura promedio de los jugadores de la NBA entre 1985 y 2006, alcanzaba los 6 pies con 7 pulgadas, y que solamente hay 5 jugadores en las listas de franquicias que miden menos de 6 pies (stats.nba.com). De hecho, David Epstein, escritor de Sports Illustrated, presenta algunas conclusiones estadísticas sorprendentes sobre la probabilidad que tiene una persona de jugar en la NBA en función únicamente de su altura.

“Para un hombre estadounidense con una edad promedio de entre 20 y 40 años, con una estatura de entre 6 pies y 6 pies con 2 pulgadas,       las oportunidades de jugar profesionalmente en la NBA son de cinco en un millón. Si mide entre 6 pies con 2 pulgadas y 6 pies con 4 pulgadas, aún tiene 20 remotas oportunidades en un millón. Pero si mide entre 6 pies con 10 pulgadas y 7 pies, las oportunidades se reducen a 32,000 en un millón. Y si mide 7 pies, hay una oportunidad en seis de que realmente juegue para la NBA” (The Guardian).

Por lo tanto, sería justo decir que no importa cuánto practiques tus clavadas, anotaciones de tres puntos y el manejo de pelota, si no mides más de 6 pies de altura, entonces tienes una gran desventaja en comparación con tus compañeros.