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Las cartas más emotivas de todos los tiempos

Hoy en día, escribir cartas parece algo increíble, porque otras formas de comunicación han facilitado la conexión entre las personas, a pesar de la distancia y el tiempo.

Tomar una pluma y sentarse frente a un papel en blanco puede parecer algo muy complicado, por eso hay algunas cartas que han quedado en la memoria de muchos, pues se hicieron públicas. En De10.mx las queremos compartir contigo.

Este es un listado de 10 fascinantes cartas, que te presentamos con información de listverse.com.

1. La carta de los Rosenberg a sus hijos.

Julius and Ethel Rosenberg eran comunistas en los Estados Unidos, actuando como espías para la Unión Soviética, pasando información de la bomba atómica. De eso fueron acusados y condenados a la pena de muerte el 29 de marzo de 1951, convirtiéndolos en los primeros civiles estadounidenses acusados de espionaje. Llegaron a la silla eléctrica el 19 de junio de 1953.

La pareja tenía dos hijos y el día que iban a morir, les escribieron:

“Queridos amores, mis más preciados hijos,

Apenas esta mañana parecía que podíamos estar juntos de nuevo a pesar de todo. Ahora, eso no puede ser, pero yo quiero que ustedes conozcan todo lo que yo he llegado a conocer.

Desafortunadamente, sólo estoy escribiendo simples palabras; el resto, la vida se los tendrá que enseñar, así como a mi me enseñó. Al principio, claro, llorarán amargamente por nosotros, pero no deben llorar por siempre.

Ese será nuestro consuelo, y también será el de ustedes. Y eventualmente, sabrán que la vida, vale la pena ser vivida. Consuélense ahora, a pesar de que estamos tan cerca de la muerte, sabiendo que el verdugo no mata nuestra convicción, nuestra convicción lo derrota a él.

La vida, también tiene que enseñarles que la bondad no florece en medio de la maldad; que la libertad y todas las cosas que harán que exista una vida llena de satisfacción y que valga la pena vivir, algunas veces pueden costar muy caro.

Consuélense entonces, sabiendo que nosotros estamos serenos y con un gran sentido de comprensión, comprensión de que la civilización aún no progresa al punto de entender que no se puede mejorar la vida quitando la vida a otros; y que estamos tranquilos al tener la certeza de que otros cuidarán, por nosotros, de ustedes.

Deseamos haber tenido la gran alegría y gratificación de haber vivido nuestras vidas con ustedes.  Su padre, quien está conmigo en estas últimas horas, les manda todo el amor que está en su corazón para sus queridos hijos. Siempre recuerden que somos inocentes y no tenemos nada malo en la consciencia.”

Los abrazamos y besamos con todas nuestra fuerza.
Con amor, Papi y mami Julie Ethel.”

Los hijos de la pareja: Robert de seis años y Michael de 10, leyendo un periódico que relataba la muerte de sus padres. Abel Meeropolo y esposa los adoptaron. Cuando crecieron dijeron que su padre sí había sido espía, pero que la información que dio era superficial; mientras que, contra su madre no había pruebas suficientes.

2. La última carta de Melissa Nathan.

La popular escritora de novela romántica y cómica, Melissa Nathan, fue diagnosticada con cáncer de mama en 2001; para el 2006 había perdido la lucha contra la terrible enfermedad. Pero, mientras estuvo luchando escribió un libro más, publicado de manera póstuma.

Y parece que lo hizo sabiendo que ya no viviría más, puesto que utilizó las primeras páginas de su libro para escribir una carta a su familia.

“Primero, para mis maravilloso padres. Ustedes me han dado una vida llena de amor, apoyo y amistad. He tenido la suerte de verlos a los ojos a cada uno y al mismo tiempo mirar hacia arriba para admirarlos.

Por favor, nunca sientan que he tenido una vida difícil. He tenido 37 maravillosos años y estoy muy agradecida con ustedes por darme eso. Estoy feliz y en paz. Mi maravilloso Andrew: Te respeto tanto como te amo, y eso apenas es decir algo. Tú, de todas las personas que conozco, saldrás adelante de esto. Después de todo, ya lograste pasar 12 años de matrimonio conmigo, y es no es tarea fácil. He tenido mucha suerte de haberte conocido.

Tú has sido mi roca, mi gentil gigante, mi mejor amigo, mi todo.  Te deseo una vida feliz, llena de amor y alegría. Y mi increíble Sammy. Quería conocerte por más tiempo, pero no fue posible. Aún así, con tan sólo tres años, ya has dejado una huella en mi corazón que siempre irá conmigo, a donde sea que vaya. La maternidad hizo que la vida valiera la pena. Y tú me diste eso.

¿Qué es lo que una madre desea para su hijo? Te deseo felicidad. Tienes un padre maravilloso y una familia que te adora. Ve por el mundo sabiendo que eras todo para tu madre, y no tendrás que lidiar con una mujer que te quiera estar besando cuando tengas 15 años. Estaré en el cielo besándote desde lejos”.

Luego de que Melissa murió, se creó una fundación en su nombre. Ella misma creó los criterios y decidió que quería fomentar en los escritores el amor por la vida, el humor y todos los elementos mágicos que pueden hacer una novela, a pesar de todo lo que pase a nuestro alrededor.

3. La última carta para sus hijos del Capitán Kuno.

Él era un capitán de la fuerza aérea japonesa durante la Segunda Guerra Mundial y un piloto voluntario kamikaze.

El 23 de mayo de 1945, escribió una carta para sus hijos: un niño de cinco años llamado Masanori y una niña de dos, Kiyoko. Lo hizo en katana, un tipo de secuencia de comandos que se caracteriza por las esquinas corta, recta y angular golpes, y es el más simple de las escrituras japonesas. Lo hizo así porque es lo primero que aprenden los niños en la escuela primaria. La carta dice:

“Queridos Masanori y Kiyoko:

Aunque ustedes no me puedan ver, yo siempre los estaré cuidando. Obedezcan a su madre y no le den problemas.

Cuando crezcan, sigan sus sueños y conviértanse en buenos ciudadanos japoneses. No envidió a los padres de otros niños, porque yo me convertiré en un espíritu y estaré muy cerca de ustedes.

Ambos,  estudien mucho y ayuden a su madre con el trabajo. No puedo ser su caballo para montar, pero ustedes dos sean grandes amigos. Yo soy una persona enérgica que voló durante un gran bombardeo para acabar con todo el enemigo. Por favor, sean mejores personas que yo para puedan vengar mi muerte.

Su padre.”

Dato curioso: Cuando su hijo creció (1985), Masanori visitó Chirán, donde su padre había pasado su última noche.

Dentro de un museo levantado allí, miró una foto de él, cuando el director del museo le dijo: “Usted debe ser su hijo”. Eran muy parecidos.

4. Wild Bill Hickok escribió a su esposa.

Su nombre era James Butler Hickok, pero se hizo llamar Bill, Wild Bill, para escapar de la ley.

Aunque terminó convirtiéndose en comisario de su pueblo para hacer la ley. Wild Bill también era jugador empedernido y la noche del 2 de agosto de 1876, un hombre llegó a darle un tiro en la cabeza.

Murió instantáneamente. Esa misma noche, le dijo a unos amigos que había tenido una premonición y que sabía que no viviría por mucho. Así que poco antes de su muerte, decidió escribir a su esposa:

“Inés, querida, si es que no nos volvemos a ver, mientras yo esté disparando mi última bala, suavemente respiraré el nombre de mi esposa -Inés- e incluso con deseos para mis enemigos, trataré de nadar hasta la otra orilla. Wild Bill Hickok JB”

La leyenda dice que ese día Wild Bill había tenido muy mala suerte en el juego, que incluso tuvo que pedir dinero prestado para seguir participando, y que murió con un par de ases y ochos negros en la mano; “la mano del hombre muerto” le llaman a esa jugada en el poker.

5. Jacob Vowell le escribe a su familia. 

El 19 de mayo de 1902, una explosión ocurrió en una mina de carbón ubicada en Fraterville, Tennessee, Estados Unidos.

En la primera explosión murieron varios mineros, pero algunos sobrevivieron durante varias horas más. Uno de esos mineros era Jacob Vowell, quien estaba con su hijo de catorce años Elbert, así que decidió usar esas horas para escribir una carta a su esposa Ellen:

“Ellen, querida, adiós para los dos. Elbert dice que el señor lo ha salvado. Haz lo mejor que puedas con los niños. Todos aquí estamos rezando por aire para sobrevivir, pero cada vez se pone peor. Horace, Elbert dice que puedes usar su ropa y zapatos.

Es ahora la una y treinta. Ellen, quiero que vivas bien y vengas al cielo. El pequeño Elbert dice que confía en el señor. El aire se nos está acabando pronto. Querida Ellen, te dejo en malas condiciones, pero pon tu confianza en el señor, para que te ayude a criar a mis hijos. Elbert dice que los verá a todos en el cielo. Cría a los niños lo mejor que puedas. Oh, como desearía estar contigo.

Adiós a todos, adiós. Entiérrame en la misma tumba que al pequeño Elbert, que Eddie lo haga. Adiós Ellen, adiós Lillie, Adiós Jimmie, adiós Minnie, adiós Horace. Oh Dios, un respiro más. Ellen, recuérdame mientras vivas. Adiós cariño. Faltan 25 minutos para que den las 2 de la tarde. Hay pocos de nosotros vivos. Jake and Elbert.”

En el accidente donde Jake y Elbert murieron también lo hicieron cientos de personas, por lo que muchas mujeres quedaron viudas y muchos más niños huérfanos. Algunas familias hasta 8 miembros perdieron.

Se considera el accidente más grave en minas en la historia de aquél lugar.

6. Ziad Jarrah se despide de su novia.

Uno de los actores intelectuales del atentado  terrorista contra Estados Unidos en 2001, Zaid Jarrah, quien iba piloteando el vuelo 93 de United Airlines, avión que se estrelló en Pensilvania, matando a 44 personas, escribió una carta de cuatro hojas para su novia Aysel Senguen.

Jarrah sabía cuál era su destino, así que pasó el 10 de septiembre escribiendo su última carta. Con la mujer que recibiría la carta, tenía planes de boda.

En ella se leía:

“No quiero que te pongas triste, aún estoy viviendo en otro lugar, en donde no puedes oírme ni verme, pero yo te podré ver y saber cómo estás. Y esperaré por ti hasta que vengas a mi lado. Todo mundo tiene su tiempo y se mudará en algún momento. Soy culpable de haberte hecho ilusiones con la boda, el matrimonio, los niños y la familia”.

En otras partes decía:

“Debes sentirte orgullosa porque es un honor, y verás los resultados y todo mundo estará feliz.” (…) “Hice lo que tenía que hacer”.

En la última hoja de la carta escribió: “Recuerda lo que eres y mereces. Te abrazo y beso en las manos y en la cabeza. Te agradezco y me disculpo por los cinco maravillosos y difíciles cinco años que pasaste junto a mí. Tu paciencia (ilegible) Allah… Soy tu príncipe y te recogeré. Adiós!!

Tu hombre para siempre
Ziad Jarrah
10-9-2001”

7. La carta del capitán Robert Scott.

Era un oficial de la marina y explorador, que muchas veces se dirigió hacia el antártico.

En marzo de 1912 regresaba del Polo Sur, pero las condiciones climáticas no estaban a su favor. Su equipo estaba muriendo, la comida era poca y sabía que no sobrevivirían. Sabía lo que pasaría, así que escribió una carta a su esposa Kathleen. Aquí algunos fragmentos:

“A mi viuda:

Querida, querida. No es fácil escribir por el frío -70 grados bajo cero y nada más que el refugio que nos da nuestra tienda-. Estamos en una situación muy delicada y tengo mis dudas de si la libraremos.

En nuestras pequeñas horas de comida, aprovecho el momento de calor para escribir cartas preparatorias para un posible final. Si cualquier cosa me pasa, quiero que sepas lo mucho que significas para mí. Escribiré una pequeña carta para el niño, si el tiempo me lo permite, para cuando sea grande la pueda leer. Yo no tengo prejuicios sobre los segundos matrimonios.

Cuando el hombre correcto llegue y quiera ayudarte en tu vida, debes permitirte ser feliz de nuevo. Si puedes has que el niño se interese por la historia natural. Es mejor que los juegos. Trata de que crea en Dios; es reconfortante.

Oh querida, querida, qué sueños tenía yo sobre su futuro, pero sé que tú lo enfrentarás serenamente. Tu foto y la de los niños, la encontrarán sobre mi pecho. Tanto que podría contarte sobre esta aventura. Qué cuentos tendrías para contarle al niño, pero a qué precio. Renunciar a mirar tu cara. Creo que la mayor oportunidad para salir de aquí ya pasó, pero hemos decidido no matarnos sino luchar, luchar hasta morir, porque morir será una gran recompensa”.

Datos curiosos: muchos meses después, la carta fue encontrada junto con los tres cuerpos de los exploradores que se encontraban a tan sólo 11 millas del campamento más grande.

Kathleen se volvió a casar con Edward Hilton Young, un político que le dio el título de Baronesa de Kennet. El hijo de ella y Robert se graduó en Cambridge en la carrera de ornitología.

8. Milada Horáková.

Escribió a su familia. Una jurista y política democrática que consagró su vida al trabajo social y el movimiento femenino, sobrevivió los calabozos nazis para ser ejecutada por los comunistas, explica radio.cz.

Acusada de conspirar contra el Estado, fue torturada para que reconociera la legalidad del gobierno y no lo hizo, así que fue mandada a la horca. Pero, antes decidió hacer tres cartas a su familia: una para sus padres, una para su hija y otra para su esposo.

En algunas de ellas se leía:

“Váyanse a los prados y a los bosques, allí, en el perfume de las flores encontrarán un trozo de mí, váyanse a los campos, miren lo hermoso y estaremos juntos. Miren a la gente que les rodea y en cada una de las personas voy a reflejarme en algo. No soy insegura ni estoy desesperada – no disimulo, tengo tanta tranquilidad dentro de mí, ya que mi conciencia está tranquila”.

“La razón no fue que te amé poco; te amo pura y fervientemente como otras madres aman a sus hijos. Pero, comprendí que mi tarea aquí en el mundo fue hacer el bien para ti… al ver que la vida puede ser mejor,  y que todos los niños pueden vivir bien…

No tengas miedo ni estés triste porque yo ya no regresaré. Aprende, hija mía, a ver la vida como con seriedad desde temprana edad. La vida es difícil, no consciente a nadie, y cada vez que te acaricia te da diez golpes. Acostúmbrate a eso pronto, pero no dejes que derrumbe. Decidí pelear”.

9. Sullivan Ballou
.

El 14 de julio de 1861, Ballou, quien era un abogado, un político y un soldado del ejército de los Estados Unidos en la Guerra Civil, escribió:

Mi querida Sarah:

Las indicaciones son claras, nos tendremos que mover en algunos días -tal vez mañana. Y estoy seguro que no podré escribirte una carta de nuevo, me siento en la necesidad de escribir algunas líneas que caerán ante tus ojos cuando yo no esté.

No tengo dudas sobre lo que estoy haciendo, tengo mucha confianza en la causa en la que estoy comprometido, y mi coraje no ha decaído. Yo sé cómo la civilización americana apoya el triunfo del gobierno y la grande deuda que le tenemos a todos aquellos que sufrieron y derramaron sangre en la revolución.

Y yo estoy dispuesto -muy dispuesto- a renunciar a todas mis alegrías en esta vida, para ayudar a mantener el gobierno, y pagar la deuda.

Sarah, mi amor por ti es inmortal, parece amarrarme con poderosos cables que nada pueden romper; y sin embargo, mi amor por la patria viene tras de mi como una fuerte oleada de viento que me encadena y me lleva irresistiblemente a todos aquellos campos de batalla.

Todos los momentos felices que he tenido a tu lado llegan a mi memoria, y me hacen sentir agradecido con Dios y contigo, por haberme dejado disfrutar esos momentos por tanto tiempo. Y no sabes qué difícil es para mi renunciar a ellos y reducir a cenizas las esperanzas de futuros años contigo, cuando, si Dios quiere, todavía podamos vivir y amarnos juntos, y ver a nuestros hijos crecer y convertirse en hombres de honor a nuestro lado.

Si no regreso, mí querida Sarah, nunca olvides lo mucho que te quiero, y que con mi último aliento susurraré tu nombre… Perdona mis muchas fallas, y los dolores que te he causado. Lo tonto y lo cabeza dura que he sido muchas veces!…

Pero Oh Sarah, si uno pudiera regresar de la muerte para estar con aquellos que aman, yo estaré siempre contigo, en el día más soleado y la más oscura noche… Siempre, siempre.

Y cuando una suave brisa toque tu mejilla, será mi aliento, o cuando un frío aire te toque será mi espíritu pasando. Sarah, no llores mi muerte; piensa que me fui lejos por un tiempo y espérame, nos encontraremos de nuevo.

Dato curioso: la carta nunca fue enviada, la encontraron entre las pertenencias del soldado, por eso fue entregada a su viuda, quien nunca se volvió a casar.

10. La carta de la Reina María de Escocia.

María Estuardo fue la reina de Escocia, prácticamente la reina de Francia y aspiraba a ser la reina de Inglaterra. Su prima, la reina Isabel ordenó su detención debido a la amenaza que representaba.

Fue condenada a muerte por su presunta conspiración para matar a Isabel. El día de su muerte se programó para el 8 de febrero de 1587, y ese mismo día decidió escribir una última carta a Enrique III, Rey de Francia, hermano de su difunto esposo.

En ella le decía que sólo era perseguida por su fe y derecho al trono, así que le pedía que cuidara de sus sirvientes. Un fragmento de las líneas que escribió, dicen:

“Me he tomado la libertad de mandarle dos piedras preciosas, talismanes contra las enfermedades, para que disfrute de una buena salud y felicidad durante todo lo que le queda de vida. Acéptelos de parte de su amada cuñada, quien, mientras muere, da muestras de los sentimientos que tiene hacia usted.

De instrucciones, si le parece, y por el bien de mi alma ante Jesucristo, ante quien rezaré por usted mañana mientras muero, que se haga un misa para mí, me aseguraré de dejarla pagada y con suficiente dinero para la limosna acostumbrada.

Miércoles a las dos de las mañana.
Su más conmovedora y fiel hermana,
Marie R. Reina de Escocia.”

Dato curioso: Sus sirvientes contaban que mientras era decapitada, sus labios pronunciarom: “Dulce Jesús”.

También se dice que cuando el verdugo tomó la cabeza de la reina para enseñarla al público, se quedó sólo con la peluca en la mano, mientras su cabeza rodaba por el suelo.

 

FUENTE: http://www.sitesmexico.com/noticias/2012/11/las-cartas-mas-emotivas-de-todos-los-tiempos/

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