InicioDesarrolloFamiliaEnseña a tus hijos a ser compasivos, respetuosos y empáticos

Enseña a tus hijos a ser compasivos, respetuosos y empáticos

¿Alguna vez te has sentido diferente sin entender el porqué? Durante años yo me sentí así debido a que, por extraño que parezca, cuando veía a alguien caerse, yo misma sentía un dolor físico en la parte donde esa persona se había lastimado. Tiempo después encontré que con haber tratado a una persona por un corto periodo de tiempo, podía «leer» o «adivinar» cómo era y qué podía esperar de ella.

Muchas fueron las veces que me pregunté: «¿Por qué los demás no ven lo mismo que yo veo?» Al preparar este artículo me di cuenta de la razón: no todas las personas son empáticas. La buena noticia es que esta capacidad se puede desarrollar.

Primero que todo, es importante que saber que la empatía es la capacidad para ponerse en el lugar del otro y saber lo que siente o incluso lo que puede estar pensando. Bien usada, la empatía puede ser una gran herramienta para nuestro diario vivir; sin embargo, si no se sabe usar, la información que se obtiene puede llegar a convertirse en un conflicto para nosotros y afectar las relaciones con nuestros semejantes.

¿Cómo funciona la empatía?

La persona empática es capaz de captar una gran cantidad de datos sobre alguien a partir de su lenguaje no verbal, sus palabras, el tono de su voz, su postura, su expresión facial. Con base en esa información puede saber lo que estaba pasando dentro de esa persona, lo que sienten y, dado que los sentimientos y emociones son un reflejo de lo que pensamos, son capaces de deducir también lo que esa persona puede estar pensando.

Interesante, ¿no es así? Ahora que sabes lo que es la empatía, ¿te gustaría que tus hijos sean empáticos y que tengan a su favor todas la ventajas de ser una persona empática? Si la respuesta es sí, acá te dejo 4 sencillos y divertidísimos juegos que se pueden poner en práctica en familia y que no solo fortalecerá sus lazos de amor y confianza, sino que preparará a tus hijos para ser seres humanos más sensibles a las personas y al mundo que los rodea.

Juego no. 1 «Yo sé cómo te sientes»

En tarjetas de cartulina de 7 x 10 cm, escribe el nombre de algunas emociones en la parte superior (amor, sorpresa, miedo, ira, etc.) y distribúyelas dándole una a cada participante. A continuación, pídeles que escriban en las tarjetas un momento que recuerden donde se hayan sentido de esa manera; cuando todos ya hayan acabado, recoge las tarjetas y lee las historias en voz alta, luego invita a algunos de los jugadores a que por medio de mímica, representen la emoción y pide al resto de los participantes que la identifiquen.

Juego no. 2 «Esculpiendo un sentimiento»

Escribe las emociones en pedazos de papel y ponlos dentro de un recipiente o bolsa plástica. A continuación, pide a un voluntario que sea la primera «estatua», este niño no se moverá, así pues, elige un «escultor» de entre el resto de los niños. El escultor extraerá una emoción del recipiente y «esculpirá» la «estatua» para que exhiba esa emoción. El resto de los niños intentarán adivinar qué emoción muestra la estatua. Luego, la «estatua» pasará a ser el «escultor» para continuar con el juego.

Juego no. 3 «Arma la historia»

Al azar, distribuye entre los jugadores una serie de imágenes que cuenten una historia. Los participantes no deben permitir que los demás vean el dibujo que les correspondió. El objetivo es que sean capaces de recrear la historia en orden, escuchando a los demás para averiguar dónde encajan sus imágenes dentro de la historia.

Juego no. 4 «Evocando recuerdos»

La música es una poderosa herramienta para expresar las emociones. Este juego requerirá de una variedad de canciones. Sitúa a los niños uno al lado del otro (como para una carrera) y ponlos a escuchar piezas musicales. Si un niño puede recordar algún momento en que sucedió algo que le hizo sentir de la misma manera que al oír la música, debe dar un paso al frente. Luego llama a uno o dos niños para que identifiquen ese sentimiento que hay en la música (es correcto que los niños identifiquen diferentes emociones con una misma pieza musical). Si el entorno es emocionalmente seguro, puedes pedir a los niños que compartan su historia con los demás, pero no es necesario.

Por último pero no menos importante, recuerda que la empatía está relacionada con la compasión, y que ésta, te permite sentir el dolor y sufrimiento de los demás, por tanto, nos lleva a compadecernos de los que sufren y a prestarles nuestra ayuda, y no hay algo mejor que vivir estos principios con nuestros seres amados, porque la familia debe ser incondicional.

RELATED ARTICLES

Síguenos en redes

48,314FansMe gusta
16,038SeguidoresSeguir

No te lo pierdas