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La práctica del exorcismo hoy

En el programa televisivo “Vaderretro” del canal SAT 2000 de la Conferencia Episcopal Italiana, transmitieron un video sobre una oración que el Papa Francisco hizo imponiendo las manos a un joven en silla de ruedas. En dicho programa algunos consideraron que se trataba de un exorcismo.

La noticia, que encontró amplio espacio en las páginas de los periódicos, fue luego redimensionada por el portavoz de la Sala de Prensa del Vaticano, padre Federico Lombardi, quien afirmó y que se trató de una oración y no de un exorcismo.

Para profundizar sobre el tema, ZENIT entrevistó al padre Pedro Barrajón, rector del Ateneo Pontificio Regina Apostolorum, con sede en Roma, en cuyas aulas se realizaron varios cursos sobre exorcismo.

 

Padre Barrajón, ¿qué es un exorcismo?

– Rector Barrajón: Es un sacramental, un signo sagrado que obtiene efectos espirituales por medio de la intercesión de la Iglesia, realizado por un obispo o sacerdote autorizado sobre una persona que está poseída por el demonio.

– El rito está estructurado de modo que hay una introducción, una parte inicial, la lectura de la Palabra de Dios y una serie de oraciones que incluye aquella en la que el exorcista pide al demonio salir de la persona en el nombre de Cristo.

 

¿Es necesario un rito particular?

– Rector Barrajón: Sí. Es un rito celebrativo que inicia con la señal de la Cruz, la proclamación de la Palabra de Dios, las letanías de los santos, la aspersión con agua bendita, la profesión de fe, la imposición de las manos, la renuncia a Satanás, la recitación de la oración del Señor, la bendición con la Cruz, la insuflación y las oraciones propias de exorcismo y concluye con la bendición.

– Algunas de estas partes se podrían omitir. El rito está publicado por la Congregación del Culto Divino y la disciplina de los Sacramentos en el año 2001.

 

¿Lo puede realizar cualquier persona?

– Rector Barrajón: El rito lo puede realizar un obispo o sacerdote que tenga la autorización de su obispo.

 

¿La estola y el agua bendita para qué sirven?

– Rector Barrajón: Dado que se trata de un sacramental, el sacerdote usa la estola para la celebración del rito. El rito prevé la aspersión con agua bendita de la persona que recibe el exorcismo, de los presentes y del lugar donde se celebra. El agua bendita recuerda el Bautismo en el que el fiel recibió la dignidad de hijo de Dios, se incorporó a la Iglesia, recibió la gracia de Dios y los dones del Espíritu Santo, profesó la fe y renunció a Satanás.

 

¿Y los casos de posesión?

– Rector Barrajón: La posesión es el dominio por parte del demonio del cuerpo de una persona. No hay necesariamente un influjo sobre el alma. Para entender esto es como si un solo apartamento estuviera habitado por el inquilino habitual y otro que se introduce ahí para causar malestar o daño. Cuando sólo hay como molestias pero no es posesión propiamente, se habla de vejación.

Es importante que el sacerdote, antes de celebrar un exorcismo, tenga la certeza moral de que es necesaria su celebración, es decir, de que no se trata de una enfermedad de tipo psicológico del tipo que sea: paranoia, esquizofrenia, histeria, etcétera; en la oración y con el consejo de hombres prudentes y santos, debe estar convencido de que se trata de un caso de verdadera posesión.

 

¿Cómo diferenciar entre una patología y un caso de posesión?

– Rector Barrajón: El exorcista debe orar y pedir el consejo de personas santas, prudentes y bien formadas, si fuera el caso, de competentes peritos como psicólogos y psiquiatras con una antropología cristiana de base u otro tipo de expertos que descarten que se trata de una enfermedad que se puede tratar por medios naturales.

 

¿Qué diferencia hay entre un exorcismo y una oración de liberación?

– Rector Barrajón: La oración de liberación se hace para personas que sufren molestias o vejaciones pero no a nivel de posesión. En estos casos bastaría la oración de liberación en la que se pide al Señor que libre a la persona del influjo del maligno. Para estas oraciones no se requiere el explícito permiso del obispo.

 

¿El demonio es una representación del mal o es una persona o ser?

– Rector Barrajón: Es un ser real con una inteligencia superior; un espíritu puro pervertido por su pecado de soberbia con el que se rebeló contra Dios y que busca el mal del hombre. No se trata de un ser metafórico, una especie de símbolo del mal. Sin embargo, es difícil llegar a una comprensión de su naturaleza precisamente a causa de la deficiencia de bondad y de verdad que estructuran su ser.

 

¿El Papa Francisco ha hablado varias veces sobre el diablo, cómo hay que entender esto?

– Rector Barrajón: Yo creo que una persona tan espiritual como es el Papa Francisco, muy unido a Dios, amante de la oración, de la mística y la ascética cristianas en la vida cotidiana, percibe también la acción del demonio en las personas, en el mundo y en el interior mismo de la Iglesia.

Me han comentado que él tenía en Argentina amigos exorcistas, pero no tengo confirmación directa de este dato.

 

¿Los exorcistas hoy cómo operan?

– Rector Barrajón: Los exorcistas son sacerdotes que tienen el encargo ministerial de su obispo para celebrar este sacramental en bien de los fieles.

Normalmente operan en una determinada iglesia y suelen ser ayudados por otras personas espirituales que oran junto con él y sujetan a la persona si es necesario durante el exorcismo, pues podría haber alguna manifestación violenta.

Pueden existir horarios específicos o se hace una cita con él para la atención de los diversos casos.

 

¿Cuando se realizan los exorcismos, suceden cosas extrañas como en las películas sobre el tema?

– Rector Barrajón: Durante el exorcismo, la persona puede cambiar la voz, la mirada, la actitud con los demás; puede además adquirir una fuerza física especial. Pero algunas películas exageran las manifestaciones de los exorcismos normales añadiendo detalles de mayor drama e intensidad.

 

¿Usted ha participado alguna vez a un exorcismo?

– Rector Barrajón: He participado en algunos exorcismos y en los cursos teológico-pastorales que tenemos para los sacerdotes en nuestro Ateneo sobre este tema, como conferencista de cuestiones teológicas. He podido escribir una sencilla ‘obrita‘ sobre los ángeles y demonios en el plan de salvación. Pero mi interés es más teológico que la práctica pastoral del exorcismo.

Cortesía de Zenit

 

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